jueves, 21 de agosto de 2014

SEGUIR ADELANTE O DEJAR EL PASADO. CUESTIÓN DE PERSPECTIVA

 ¿Qué se necesita para seguir adelante? Generalmente lo que escuchamos como respuesta es “dejar el pasado atrás”, pero tenemos la creencia que dejar el pasado atrás significa olvidar el pasado o si se puede, borrarlo. ¿Realmente crees que se puede borrar el pasado?; yo  creo que a menos que sufras alguna enfermedad mental es prácticamente imposible.
Cuando ese pasado que pretendemos olvidar o borrar contiene vivencias y experiencias que han forjado nuestro carácter, cuando ese pasado ha dejado frutos, cuando nos ha convertido en quienes somos ahora, no es posible borrarlo ni olvidarlo; sin embargo esto no significa que tengamos que sufrir el pasado por siempre.

A veces, en momentos de crisis emocionales, percibimos la vida como si no hubiera más allá, como si nuestro destino fuera quedar inmersos en el dolor; no vemos, no escuchamos, estamos bloqueados, no logramos encontrar una salida, una luz, un indicio de qué camino seguir; es como estar parado justo en medio de un laberinto, donde lo único que nos rodea son altísimos muros grises y pesados a los lados y detrás; no hay señalamientos ni indicaciones, nos sentimos diminutos y perdidos, y los pasos que damos parecieran llevarnos al mismo lugar una y otra vez.

¿Qué pasaría si pudieras ver ese mismo laberinto en perspectiva? Si tuvieras una escalera y pudieras subir lo suficiente como para ver desde arriba, ¿Qué harías? Seguramente lo primero sería tomar una bocanada de aire fresco, sentir el viento en tu cuerpo, la calidez del sol, cerrarías los ojos para tratar de mantener ese estado por un instante y guardarlo. Desde esa perspectiva, tratarías de encontrar el camino que llega a la salida, tal vez aprovecharías para gritar pidiendo ayuda, seguramente te darías cuenta que el laberinto es mucho más pequeño y sencillo de lo que imaginabas.

Algo así es lo que tenemos que hacer cuando atravesamos por momentos difíciles y pensamos que no podemos seguir adelante.

Busca tu escalera! Ésta la puedes encontrar dentro de ti, cuando reconozcas que la única persona que tiene que subirla eres tú, cuando te des cuenta que ir de lado a lado solo te lleva de regreso al inicio, cuando estés dispuesto a asomarte, entonces aparecerá frente a ti. Conforme vayas subiendo los escalones, te darás cuenta que las paredes no son tan altas ni la salida está tan lejos, podrás ver en perspectiva que el laberinto no se ve igual cuando estás en él que cuando estás encima de él, podrás llegar a verlo sin miedo.

Muévete! Lo peor que puedes hacer es quedarte donde estás. No te claves en el drama, no necesitas sufrir para sentirte vivo. Si ya te has dado cuenta qué camino seguir, enfócate en éste.

Guíate por tu intuición, no falla. Es la voz de Dios indicándote lo que tú ya sabes que es mejor para ti, recordándote que nunca has estado solo.

A tu tiempo y a tu ritmo podrás llevar esa escalera contigo, para, de vez en cuando, volver a subir y verificar que el rumbo que llevas es el correcto.

Dejar el pasado atrás, es darte cuenta que la experiencia adquirida fue lo mejor que te pudo suceder y hasta una experiencia que necesitabas vivir. Dejar el pasado atrás es dejar abierta la puerta, es tener compasión por aquéllos que perdieron la oportunidad y desearles lo mejor. Dejar el pasado atrás es  reconocerte como un ser más fuerte, sabio y sereno; pero sobre todo confiado y amoroso contigo. Dejar el pasado atrás es aprender a estar en el aquí y el ahora.

Creado y escrito por María Aguijim